La falta de dólares a nivel país está ocasionando un problema importante en la actividad de los importadores, que ven como su accionar diario se ve limitado por trabas burocráticas. Ya sea que deban importar algún insumo, componente o mercadería para el mercado argentino, o para incorporar a algún producto que luego se exportará, las empresas encuentran inconvenientes que complican su desarrollo.
Muchas de estas empresas importadoras son pymes. Y en el 80% de los casos precisan importar bienes de capital, intermedios o materias primas que necesitan para producir sus propios productos terminados.
Cabe destacar que en la actualidad apenas el 14% de las importaciones argentinas corresponden a bienes de consumo. El 35% son bienes de capital y el 41% bienes intermedios, mientras que otro 9% corresponde a combustibles.
Las restricciones que se van sumando suman incertidumbre e impiden que las compañías puedan planificar. Y esto naturalmente impacta sobre el nivel de actividad económica del país, y sobre la capacidad de las empresas para crear empleo. Para dar una referencia, a fin de que el PBI del país crezca 1%, las importaciones deben aumentar cerca del 3% en volumen.
Medidas cautelares
Con el control de las importaciones se busca evitar un salto del tipo de cambio y el impacto social derivado. Pero en los hechos con todas las restricciones vigentes se termina forzando una disminución de las cantidades importadas. Y esto inevitablemente impacta en las cadenas de producción de las compañías, que deben ajustar sus planes a la baja.
Ante esta situación ya existen casos de empresas que optaron por judicializar el tema mediante medidas cautelares. Desde el año 2020 a la fecha un total de 1000 firmas optaron por este camino. De esta forma buscan obtener la autorización de la Simi, que es el instrumento que permite que se efectivice la importación.
Dado que la aprobación de estas declaraciones suelen presentar demoras que exceden los 60 días, muchas compañías no tienen más remedio que recurrir a la Justicia para proteger su negocio y lograr que las Simis tengan estado de salida.
Panorama complejo
En 2021 la Argentina importó bienes por algo más de U$S 63 mil millones. Si bien la cifra superó con creces los U$S 49 mil millones de 2019, todavía está lejos del récord de U$S 74 mil millones alcanzado en 2013.
Los analistas del sector consideran el problema de la falta de divisas, que en definitiva es el que está detrás de las trabajas a las importaciones, podría aliviarse de otras formas. Por ejemplo mediante el incremento de las ventas externas.
Desde el BCRA por por su parte argumentan que “no hay ningún cerrojo”. Y ejemplifican indicando que diciembre de 2021 las importaciones alcanzaron los U$S 3908 millones, mientras que en igual mes de 2021 llegaron a U$S, 6216 millones (es decir, un incremento el 59% comparando el mismo de los dos años). Y luego en enero de 2021 las importaciones alcanzaron los U$S 3844 millones, mientras que en el mismo mes de 2022 se ubicaron en U$S 5272 millones (es decir, un incremento del 37%).
En un contexto de tarifas de fletes a precios récord y de elevados costos portuarios, con demoras en las operaciones a raíz de los inconvenientes con las cadenas de abastecimiento derivados del COVID-19 (lo que además genera el problema extra de que se puedan vencer las Simis, que tienen una validez de 180), el sector enfrenta problemas sumamente complejos. A esto se suma el impacto esperado por la invasión rusa a Ucrania, que demorará aún más la normalización de los envíos.
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