La obtención de la Copa del Mundo por parte de nuestro seleccionado de fútbol trajo una alegría largamente esperada. Pero en el campo del comercio internacional la situación es muy diferente: hoy nuestro país tiene poco para festejar. En los hechos nos estamos convirtiendo en un jugador cada vez menos relevante en la economía global.
Los indicadores son claros: entre las 100 mayores multinacionales de América Latina, hay solo cinco argentinas; en cambio en esta lista México suma 30 compañías, Brasil 29, Chile 21 y Colombia un total de 10.
Además actualmente hay otros cinco países de la región que pueden evidenciar un stock de inversión extranjera de sus compañías fuera de sus fronteras superior al de las empresas argentinas, lo que de alguna manera habla de la baja participación de nuestra economía en las cadenas de valor globales.
En paralelo la inversión extranjera directa en nuestro país también se reduce y hoy no llega las U$S 100 mil millones. Brasil y México multiplican por seis este monto en términos absolutos; Colombia lo duplica holgadamente, y Chile casi lo dobla. Incluso Perú nos supera, con un 25% más de inversión externa en su país.
Otro dato que preocupa es que el número de empresas que exportan se redujo en un 35% durante los últimos 15 años: hoy son solo 9500. Por otra parte las compañías nacionales que exportan montos significativos son escasas: según el registro más reciente apenas 11 vendieron más de U$S 1000 millones en el exterior, y solo 60 superaron los U$S 100.
Causas diversas
Las causas que originan esta caída del peso específico de nuestra economía a nivel global son varias. Una de ellas es la baja participación de nuestras empresas en las redes de generación de valor global o en los ecosistemas de relacionamiento internacional (desconexión sistémica). Estas redes de alianzas globales generan vinculaciones virtuosas, y la Argentina está cada vez más aislada de ellas. Por ello es importante que nuestro país celebre acuerdos internacionales que integran mercados.
Si bien el año 2022 trajo un nuevo récord de ventas al exterior (rozó los U$S 90 mil millones), en gran medida el mismo se debe a precios internacionales más elevados, ya que las cantidades no crecieron de forma sustancial. La realidad es que hace 50 años las exportaciones argentinas representaban el 0,6% del total global; y hoy rondan el 0,3%.
Para revertir esta tendencia decreciente habrá que tener un enfoque estratégico que combine políticas, un fuerte trabajo institucional y un accionar eficiente.
Comments