Las nuevas restricciones derivadas de la falta de dólares se tradujeron en cupos más bajos de aprobación para las empresas importadoras.
Con reservas alicaídas y compromisos de pago con el FMI, el gobierno nacional volvió a recurrir a una receta repetida: sumar restricciones a la importación. Ahora disminuyó en un 25% promedio el cupo de dólares permitido para abonar operaciones de importación a través del sistema CEF (Capacidad Económica Financiera).
Este último sistema establece qué capacidad tienen las empresas para adquirir divisas de acuerdo a su facturación y a sus declaraciones juradas, entre otros datos. En los hechos establece qué cantidad de pesos puede destinar cada empresa a la adquisición de divisas para pagar importaciones a través del sistema SIRA.
Si bien en promedio la reducción del cupo habría alcanzado al 25%, hay empresas que afirman que tuvieron disminuciones incluso superiores. Y algunas directamente se quejan de que ya no tendrán la posibilidad de importar.
Este recorte en los valores aprobados por el CEF no es del todo novedoso: de hecho ya había sido denunciado a comienzos de 2022. De todas formas las empresas tienen la chance de apelar esta decisión y solicitar que se realice un nuevo cálculo, para lo cual deben aportar declaraciones faltantes o rectificativas.
En busca de divisas
En paralelo con esta reducción del cupo para compra de divisas para importaciones, la AFIP definió que los exportadores que no concreten la tramitación del ingreso de dólares, no podrán acceder a la devolución del IVA. De esta forma intenta hacer que se liquiden las divisas pendientes más rápido (se estima que suman U$S 3 mil millones).
Cabe destacar que entre enero y junio la balanza comercial argentina registró un saldo negativo de casi U$S 4.400 millones. Para comparar, basta decir que el mismo lapso en 2022 el saldo había sido positivo (se había acercado a los U$S 3 mil millones). Esta caída se derivó de una merma de 24,5% en las exportaciones, y de 8,5% en las importaciones.
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