La baja en las tarifas y en la demanda, sumada a la inflación y los conflictos geopolíticos y sindicales, complicarán al sector en lo que queda de 2022.
Si bien hasta la fecha las ventas de las cadenas minoristas en los Estados Unidos lograron mantenerse en niveles consistentes, incluso superando con creces los niveles previos a la pandemia, los referentes del mercado marítimo se preguntan si la elevada inflación no terminará por hacer mella en esta “primavera”.
La inflación ya hace que hoy los consumidores se lleven menos productos por el mismo dinero. Esto a la larga terminará impactando sobre el sector del transporte marítimo, en el que el volumen de productos es un dato clave.
De hecho los analistas ya reconocen que la erogación en mercaderías tradicionalmente importadas en contenedores viene creciendo a un ritmo bastante lento. Por el momento el equilibrio se logra gracias al mayor gasto en gas y alimentos, que no suelen moverse en contenedores.
Tarifas mareadas
Si hasta hace poco los beneficiarios de la carga no tenían reparos en firmar acuerdos de largo plazo para los grandes volúmenes (para evitar los mercados spot, que eran más caros), hoy comienzan a reducir sus volúmenes en los contratos de largo plazo. Esto ocurre en un contexto en el que además la diferencia de precios entre las tarifas de estos últimos contratos, y las del mercado spot, tienden a acortarse (e incluso a equipararse en algunos destinos).
De todas formas los puertos de EE.UU. aún continúan recibiendo importantes volúmenes de contenedores. Pero hay analistas que indican que en el segundo semestre podrían verse volúmenes menores al primero, cosa que no ocurrió nunca en la historia. Y esto tanto por temas geopolíticos (guerra ruso-ucraniana, tensiones en Taiwán), como por la inflación. A lo que también se suman los conflictos entre las terminales, puertos y sindicatos que se observan en algunos países.
Comments