Empresas de diferentes rubros se vieron imposibilitadas de pagar operaciones con plazos vencidos por presuntas “inconsistencias” operativas.
Durante las últimas semanas varias compañías de diferentes industrias vieron frenados sus pagos a vendedores del exterior. La escena se repitió: las empresas que buscaban efectuar pagos bancarios a sus contrapartes extranjeras en el marco de los plazos definidos por el sistema SIRA, se encontraron imposibilitadas de completar la operatoria por aparentes “inconsistencias” operativas (concretamente por presuntas diferencias en los valores declarados cuando se nacionaliza la mercadería, y cuando se abona).
Cabe indicar que en varias de estas operaciones a los proveedores externos ya les había tocado esperar seis meses para recibir su pago. Con lo cual, a partir de esta nueva complicación, tendrán que seguir aguardando.
Demoras mayores
En un contexto de falta de dólares, los permisos para importar se otorgan de forma lenta y con plazos que últimamente se extendieron a 180 días (e incluso se conoció un caso en el que el permiso se otorgó con un plazo de un año para compra de insumos).
Según señalaron algunos referentes de empresas industriales, las presuntas inconsistencias podrían tener que ver con las nuevas restricciones al pago de los fletes, que como es sabido ahora requieren de una SIRASE (es decir, de un permiso para concretar el pago del servicio). Según esta hipótesis los rechazos se habrían dado en casos de operaciones en las que valor del flete excedía el 15% del costo total de la mercadería. No obstante, tampoco se confirmó que el motivo de los rechazos tuviera que ver con esta problemática.
De hecho la imposibilidad de abonar las operaciones motivó una reunión especial entre Daniel Funes de Rioja, referente de la UIA, Guillermo Michel, titular de la Aduana. Y según trascendió, desde la Aduana respondieron que el tema de las inconsistencias tenía que ver con problemas con los sistemas, y que se trabajaría de manera conjunta con la AFIP para resolver los inconvenientes.
Mientras tanto, algunos proveedores externos advirtieron a los compradores argentinos que, si no pueden cobrar, frenarán los embarques.