El candidato a ocupar el ministerio de Economía en caso de que Bullrich sea elegida presidenta, dijo que manejará dos dólares hasta que se resuelva el problema de la deuda por importaciones no liquidadas.
Según la oposición, la deuda por importaciones no liquidadas suma unos U$D 20 mil millones. Pero el FMI considera que cuando asuma el próximo gobierno ese monto ascenderá al doble.
Además de complicar el normal flujo de la economía y poner en jaque a las industrias que necesitan insumos importados para operar, las restricciones a la importación generaron problemas comerciales con los proveedores externos, que exigen pautas claras sobre tiempos y modalidad de pago de las mercaderías entregadas.
Recientemente el ministro de Economía, Sergio Massa, dispuso una liberación de importaciones para pymes por un monto que equivale a U$S 700 millones (compuesto por bienes intermedios, repuestos y una porción menor para bienes de consumo final). Si bien esta determinación fue bien recibida por las organizaciones que representan a las pymes, la realidad es que no constituye una solución de fondo.
Frente a este problema irresuelto, Carlos Melconian anticipó que en caso de llegar a la cartera de Economía mantendrá un esquema de dos dólares hasta que se liquide la gigantesca deuda de importaciones. En una entrevista con un medio periodístico, el referente de economía de la candidata Patricia Bullrich señaló que "en el régimen cambiario que vamos a proponer dentro de la bimonetariedad, tendremos un tratamiento alternativo para la importación de flujo del que tendremos para la importación de deuda, el stock".
Flujo y stock
Aunque Melconian no precisó como se instrumentará esta diferenciación del flujo y del stock, trascendió que para el primero se plantearía un dólar libre, en tanto que para la deuda previa habría un precio de negociación.
Economistas del espacio de Juntos por el Cambio estimaron que para dar a luz el nuevo esquema y normalizar la situación habrá que esperar como mínimo un semestre, que es el tiempo que se requerirá para que el agro aporte los dólares de la nueva campaña. Desde esta perspectiva los tiempos también dependerán del tiempo que demore en empezar a funcionar un nuevo BCRA signado por criterios de independencia.