Las infecciones podrían volver a obstaculizar las cadenas de suministro. Preocupación global de los transportistas.
El pasado miércoles 11 las autoridades tomaron la determinación de cerrar una importante terminal de contenedores en el puerto de Ningbo, en China. La medida se adoptó luego de que un trabajador portuario diera positivo por coronavirus y reavivó fantasmas del pasado reciente -cuando la terminal de Yantian en Shenzhen disminuyó en un 70% su producción durante un mes-. Los transportistas ahora temen que algo así pueda volver a suceder.
Ningbo Meidong en realidad nuclea a cinco terminales de contenedores. Esta importante plaza del comercio exterior mundial también es conocida como terminal Meishan: todas sus operaciones se suspendieron de inmediato apenas se conoció el resultado positivo del trabajador. Y llevó a algunos operadores de embarcaciones a informar a sus clientes sobre posibles retrasos en los viajes planificados.
Cabe destacar que Ningbo no es cualquier puerto: es la tercera plaza más grande del mundo en lo que respecta al movimiento de contenedores, después de Shanghai y Singapur. Y de hecho durante los primeros siete meses de 2021 manejó más carga que cualquier otro puerto en China.
Antecedente preocupante
Si el brote llegara a propagarse y se extendiera el bloqueo al puerto, el impacto podría superar lo acontecido entre fines de mayo y junio con el bloqueo parcial de Yantian. En esa oportunidad los barcos debieron aguardar más de una semana para llegar a un atracadero y esto creó un efecto dominó en todo el mundo. Muchas embarcaciones decidieron saltear Yantian y atracar en otros puertos chinos, lo que a su vez congestionó estas plazas. La demora en los envíos generó un atiborramiento de contenedores en los muelles y aún hoy continúa el retiro de mercadería demorada de depósitos y fábricas, alterando los horarios de entrega para minoristas y fabricantes.
Ante este panorama, distintos transportistas esperan retrasos y congestión con los envíos. E incluso algunos ya especulan con el potencial desvío de la carga a otras terminales y puertos. Recordemos que los desafíos de capacidad y la presión sobre las operaciones hizo que las tarifas de los envíos se encarecieran hasta 10 veces más de lo habitual para ciertas rutas.
Tensa incertidumbre
Dado que China se maneja con un enfoque bastante más restrictivo que otros países en lo que atañe al manejo de los brotes de coronavirus, la incertidumbre sobre los envíos se incrementa, justo cuando la temporada está ingresando en su apogeo.
China no es la única nación que se maneja con estas pautas agresivas a la hora de contener los brotes: también lo hicieron otros países como Vietnam, Malasia y Tailandia. Esto obligó en su momento a disminuir o cancelar la producción en múltiples fábricas del sudeste asiático.