Las trabas a la importación impactan en el rubro de la salud y generan alertas por falta de insumos básicos para realizar diagnósticos e intervenciones.
Las dificultades para comprar productos que no se fabrican en el país llegó a un rubro delicado: el de la salud. Las asociaciones médicas alertaron que se agudizó la escasez de insumos y equipamiento médico. Si bien el segmento no mueve la aguja de la salida de divisas del país, ya que sus importaciones representarían menos de 2% del total país, lo cierto es que todavía no se encuentran soluciones.
Por ejemplo se informó que falta un insumo clave para efectuar estudios y operaciones de neurología y cardiología, conocido como material de contraste para imágenes. Y según indicaron las distintas cámaras involucradas del sector, también estarían faltando otros productos médicos, reactivos de diagnóstico e insumos para fabricar los mismos a nivel local. Además escasean las agujas especiales, ciertos descartables para cirugía e insumos para hemoterapia y albúmina. Y faltan recursos tecnológicos necesarios para mantener los equipos.
A esta altura los inconvenientes no pasan solo por las demoras en autorizar las SIRA para importar los elementos (que pueden tardar hasta 120 días), sino que directamente se cortó la cadena de pagos internacional. Y dado que los stocks estarían casi al límite, en breve esta escasez puede tener un impacto directo sobre la situación de los pacientes.
Dificultades con las divisas
En lo concreto los importadores manifiestan serias dificultades para acceder al mercado de cambios oficial cuando necesitan hacerse de las divisas para pagar las operaciones preacordadas.
En este marco desde el gobierno nacional habrían asegurado la disponibilidad de US$ 100 millones para abonar deudas vencidas, con prioridad para que accedan las pymes.
Las autoridades nacionales indicaron además que en los primeros nueve meses del año se aprobó la totalidad de los permisos de importación requeridos por las firmas del sector, “que totalizaron casi US$ 4 mil millones, cifra que representa 6,5% del total importado por el país durante enero a septiembre”.
Por su parte los importadores dicen que los proveedores del exterior ya no quieren realizar ventas a menos que se cuente con las divisas para abonarlas. En tal contexto, la opción que les queda es pagar en dólar CCL, lo que involucra un costo muy superior.